(Ubicado en la desembocadura del Rio Negro, en la Provincia de Rio Negro)
Se inauguró el 7 de mayo de 1887.
Es el más antiguo de los faros en servicio. Fue construido en la entrada del río Negro ya que existía una barra muy peligrosa que dificultaba la navegación.
En un comienzo la torre tenía 12 metros de altura y su iluminación era con una lámpara de aceite, que con el tiempo se reemplazo por un equipo alimentado a gas de kerosene y luego se sustituyó a gas acetileno y actualmente es alimentado por energía eléctrica (220 Volts), se compone de una lámpara de 1000 Watts y un sistema óptico concentrador de luz con un alcance luminoso de 16 millas náuticas.
El faro tiene una estructura cilíndrica blanca con garita superior y una casa habitación hexagonal, con 64 escalones hasta su torre.
Ubicado en la costa oriental de la Isla de los Estados, en la Bahía Crossley.
Fue librado al servicio en febrero de 1926.
Su estructura original de hierro, con su garita colocada sobre cuatro columnas rellenas con hormigón y unidas entre sí con hierro, estuvo dotada de un equipo luminoso AGA, con un alcance de 19,7 millas.
En 1983 se reemplazó el sistema de gas acetileno por paneles solares. Y su estructura por una de plástico reforzado con fibra de vidrio, consistente en dos módulos cilíndricos de forma troncocónica invertida de 4,2 metros de altura.
Posee actualmente un alcance de 8,9 millas náuticas.
siglos V y VI
Primeros faros registrados
Los primeros Faros registrados fueron construidos por los griegos en los siglos V y VI a. de C., con el propósito de marcar las entradas de puertos como El Pireo.
La Argentina ofrece numerosas alternativas turísticas y culturales que hacen de este país un paso obligado para todo amante de la navegación y la náutica.
A su extensa costa marítima, que toca el suelo argentino de manera interrumpida desde Buenos Aires hasta la austral Tierra del Fuego, se le suman caudalosos y transitados ríos internos, entre los que se destacan el Río de la Plata, el Paraná, el Uruguay, el Negro y el Pilcomayo.
A la enorme vida fluvial del país, debemos agregar como atractivo, la proliferación de faros, construidos en diferentes épocas y con diversos materiales y estructuras, para la orientación de los navegantes que recorren las aguas de esta región.
Además de su rol principal, el orientar a los navegantes de los ríos y mares, poseen un enorme valor histórico cultural y arquitectónico que trasciende largamente su función especifica hasta el punto de que la mayoría de ellos una vez caducada su función se mantienen convertidos en museos o simples paseos para la visita y el goce del publico en general.
El primer faro de Argentina fue también el más austral del mundo, ubicado en la Isla de los Estados, perteneciente a la provincia Tierra del fuego, fue el faro San Juan de Salvamento, el que inspiro a JulioVerne en su famosa obra “El faro del fin del mundo”.